Una apuesta a la calidad y la tecnología
El 18 de julio de 2018, los alumnos del MITA LATAM II —acompañados por la secretaria académica de la institución, Monica Monterotti— visitaron la planta de Lucchetti en Tortuguitas, provincia de Buenos Aires, como parte del proceso de formación profesional del máster.
La delegación fue recibida por Solange Miguel, gerente de RR. HH. de Molinos Río de la Plata, y por Tamara Scheyer, jefa de Desarrollo para el negocio de Pastas de la mencionada empresa. Hace más de 15 años, Molinos adquirió esta planta perteneciente a Lucchetti Chile. Allí se elaboran el 57 % de las pastas Matarazzo y el 62 % de Lucchetti (fideos extrudados). También, se elaboran las líneas de Favorita, Terrabusi, Don Felipe y Canale.
Con la finalidad de que puedan conocer el proceso de producción y comprender mejor la dinámica de la planta, Tamara prologó el recorrido con una presentación sobre los datos de la empresa, el consumo de pastas en la Argentina, los desafíos del mercado y la totalidad del proceso de elaboración, desde el origen del trigo hasta el envasado.
Para la elaboración de sus pastas, en Molinos emplean trigo pan (pastas de harina) y trigo candeal (sémola), lo que establece las calidades de los productos y los diferenciales de precio. Con relación al trigo candeal, Molinos se ocupa desde el origen hasta su molienda, para lo que cuenta con campos propios. Tamara explicó con detalle sobre la molienda del trigo y las maquinarias utilizadas para esto, como así también, sobre las etapas que van desde el “amasado” o hidratación de la sémola hasta el envasado. A su vez, hizo hincapié en el proceso de secado de la pasta, fundamental para la calidad del producto. Durante la exposición, los alumnos participaron activamente a través de consultas sobre certificaciones, tiempos de humectación y porcentajes de humedad para el trigo, presencia de la empresa en el mercado y maquinarias de molienda.
La visita continuó con un recorrido por la planta en compañía de Lucas Cubero, gerente del Polo Industrial de Pastas. Allí, se pudo apreciar parte de la elaboración de la pasta, como las distintas etapas del proceso de cocción, el cortado y el envasado de las pastas cortas y largas, como también, los detalles sobre almacenaje y distribución. Cubero hizo lugar a las múltiples preguntas de los alumnos sobre la reutilización de sobrantes de pasta, problemas detectados en los productos, métodos de limpieza y desinfección, almacenaje, etc.
El punto destacado de la visita fue al sector de distribución de la planta, que emplea solamente vehículos automatizados o “robots” de origen italiano, que se encargan de la manipulación y carga de productos para su distribución. Consultado sobre otros servicios que puedan brindar estos vehículos, Cubero señaló que se está trabajando con la empresa productora para que, en un futuro, puedan realizar tareas de limpieza y desinfección, como así también que, mediante el uso de cámaras incorporadas, permitan detectar ciertos inconvenientes en el almacenaje de productos. Otra de las plantas de Molinos cuenta con máquinas similares, pero de tamaño más pequeño (las “tortugas”) para cargar pallets con distintos tipos de productos destinados a comercios más pequeños que requieren pedidos más reducidos y variados.
Esta ventaja tecnológica despertó el interés de los asistentes, ya que, como lo señaló Joe Jarrin, ingeniero agroindustrial de Ecuador, en su país no tienen acceso a este tipo de tecnología en la industria alimentaria. Una de sus expectativas era observar el proceso de industrialización de la harina, la que fue cumplida cuando pudo observar el grado de automatización de la planta. “Es fascinante, es como una tecnología del primer mundo que estamos viendo en Latinoamérica”, acotó. Coincidieron con este concepto sus compatriotas, las ingenieras en Alimentos María Isabel Romero y María Belén Quelal (Ecuador); esta última destacó la posibilidad de control de proceso que otorga este sistema de automatización.
Luego del recorrido por el sector de distribución de la planta, concluyó la visita para los alumnos del MITA LATAM II, quienes pudieron apreciar con detalle la labor diaria de una de las plantas de la industria alimentaria más importantes de Latinoamérica.
