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“Del tambo al consumidor”: un seminario que profundizó en temas que generan controversia

Dos temas muy actuales y que despiertan encendidos debates, como lo son las bebidas vegetales “postuladas” como lácteos y los cambios requeridos en los rotulados de alimentos, tuvieron su espacio de análisis y de intercambio de miradas la tarde del 14 de septiembre en el seminario internacional gratuito “Del tambo al consumidor”.

Para ver el seminario ingrese al siguiente link:

 

Un encuentro organizado por el MITA con el apoyo de Agropharma —mediante el acuerdo firmado entre Agropharma y el PCyT, lo que ha permitido la creación del Centro de Asesoramiento Técnico y Capacitación (CATyC), destinado a brindar capacitación y servicios para el sector productivo y ganadero— y que también contó con la colaboración de Nestlé, DSM, FEPALE y la Universidad de Villa María. Más de 120 asistentes argentinos, colombianos, mexicanos, brasileños, paraguayos, uruguayos, chilenos, ecuatorianos, peruanos y españoles se hicieron presentes en la videoconferencia y participaron activamente con sus consultas.

El evento brindó traducción simultánea y fue moderado por la médica veterinaria Agustina Llano, coordinadora en la Dirección Nacional Láctea, quien destacó la importancia de que la cadena láctea se vincule con el MITA.

Luego de las palabras de bienvenida y las presentaciones del Lic. Alessandro Piovesana, director de Gestión del MITA, y del Sr. Ricardo Capece, presidente de Agropharma, el Dr. Piercristiano Brazzale, presidente de International Dairy Federation (IDF-FIL), realizó una breve introducción en la que manifestó que el aumento de población requiere una mayor producción de alimentos, un hecho que se encuentra con la problemática del calentamiento global, además de marcar que la industria debe estar en línea con los requerimientos y las necesidades de la sociedad: “Es muy importante la comunicación adecuada sobre lo que producimos y cómo lo hacemos, además de la adaptación a las exigencias de los consumidores (productos seguros y nutritivos, con un criterio de sustentabilidad), garantizando el bienestar animal y el derecho de los trabajadores”. Luego, mencionó los 6 elementos básicos que gobiernan la industria láctea en los países desarrollados, entre los que se encuentran las personas (la población envejece y se vuelve más rica), la producción (procesos transparentes), la comida (pensada en términos de salud y bienestar para el consumidor), los recursos, la tecnología (consumidores empoderados) y la ciencia (como base de cualquier proceso).
Para finalizar y mencionando una de las razones que motivaron el encuentro, como la tendencia que opone, al tiempo que vincula, a los lácteos con las bebidas vegetales, destacó: “No tiene sentido conectar el término leche a estos productos de base vegetal. Son productos completamente diferentes, aunque bien pueden ser complementarios”.
Desde el Uruguay, continuó el Dr. Ariel Londinsky, perteneciente a la Federación Panamericana de Lechería (FEPALE), quien disertó sobre la promoción de la transparencia al consumidor, al tiempo que definió que, lo que no es a base de leche, según el CODEX, no tiene permitido usar terminología como leche, producto lácteo o producto lácteo compuesto: “Por eso es erróneo hablar de leche de soja”. Haciendo hincapié en la necesidad de ser claros con el consumidor, Londinsky marcó que no es correcto que un producto vegano ponga en su packaging, por ejemplo, “producto tipo mozzarella”, “queso vegano original” o “con sabor a queso”, ya que se presta al error de un consumidor que tiene pocos segundos para elegir frente a la góndola o no está lo suficientemente informado: “Llamar a un producto como corresponde es un tema de importancia y transparencia con los consumidores. Nosotros no estamos en contra de que existan este otro tipo de productos: cuanta mayor variedad, mejor; pero sí es necesario que haya transparencia y calidad en lo que se ofrece”.

Desde Europa, el Dr. Giuseppe Durazzo, profesor de la Univ. de Milán y docente del MITA, disertó sobre la necesidad de mejorar la calidad alimentaria y de informar mejor el consumidor: “Los alimentos deben tener un nombre y apellido, que es la denominación que comunicamos a los consumidores a través de las etiquetas, en función de las normas”. Acerca de las denominaciones erróneas o malintencionadas, señaló que si bien la leche es un alimento protegido desde la Unión Europea, cada país que la conforma hace lo propio y conveniente desde sus normativas. Como ejemplo, destacó que en Italia se permite la denominación leche de almendras porque se trata de una producción tradicional del país (similar al caso de la leche de coco brasileña), y que “cada país protege su producción como puede y quiere”.

También en nombre de FEPALE, prosiguió el Mgter. Rafael Cornes, quien destacó la visión internacional proporcionada por Durazzo. Al tiempo que reforzó la idea de no confundir al consumidor, juzgó el uso del término leche para productos que deberían ser catalogados como jugos, porque no son productos equivalentes en términos nutricionales y, a pesar de las críticas al alimento, se valen malintencionadamente del valor de la palabra y de su espacio en el mercado: “Cuando vemos otro producto que quiere asemejarse a la leche, tenemos que ver qué otorga y qué se pierde”. Luego de ofrecer aportes sobre estudios de absorción y comparar entre los aportes de la leche y distintos vegetales, señaló: “No digo que no puedan consumir esas bebidas, lo que digo es que ni son leche ni sustitutos. La nutrición es una ciencia y no una opinión personal”.

En la segunda parte, el tema principal giró en torno al rotulado frontal. Ofreciendo un contexto internacional, Durazzo trabajó sobre el sistema de rotulado establecido en Francia, el score nutricional de los 5 colores o Nutriscore, adoptado como sistema voluntario, y el italiano, denominado Nutrinform, que no penaliza a los alimentos por buenos o malos, y que permite a los productores de alimentos de origen protegido (como el aceite de oliva) colocar esta etiqueta en sus productos. A su vez, puntualizó sobre la implicancia de los aspectos ambientales, ya que “no se puede hacer un buen etiquetado si desconozco esto”.

Luego, el Lic. Roberto Urrere, de la FAUBA, puso el foco en la normativa nacional, el tipo de información que se debe brindar y la responsabilidad de cada eslabón de la cadena implicado en la producción y llegada al consumidor, todo sobre normas de base científica y sin olvidarse que los productos deben circular y exportarse.

Hacia el cierre de las exposiciones, el Mgter. Diego Liberti, avanzó sobre el perfilado nutricional de alimentos y los tres sistemas utilizados para esto, uno de ellos presente en Italia y mencionado previamente por Durazzo. Acerca del proyecto de ley que tiene media sanción en el Senado, señaló que los nutrientes que el Congreso propone evaluar son azúcar, sodio, grasas saturadas, grasas totales, y calorías. “Todos tenemos una responsabilidad frente al consumidor”, señaló Liberti, en función de los distintos roles implicados en la búsqueda de mejorar la calidad de vida de los consumidores a través de la alimentación.

Para concluir, la moderadora señaló: “Creo que este espacio sentará un precedente y es muy valioso contar con disertantes tan variados”.

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