La calidad de los alimentos ingeridos, así como una dieta apropiada y equilibrada, es fundamental para cualquier persona, especialmente si se practica un deporte de alto rendimiento. Como lo señaló Pedro Ibarra, capitán del seleccionado masculino de hockey Los Leones, durante el encuentro sobre deporte y alimentación que se llevó a cabo en mayo de 2018 en el PCyT de la Facultad de Agronomía de la UBA, la alimentación sumada al descanso corporal dan como resultado el “entrenamiento invisible”, algo fundamental en la búsqueda de resultados positivos.
Desde esta concepción, el MITA es uno de los organizadores del primer simposio internacional gratuito “El futuro del fútbol femenino en el mundo", que tendrá lugar el 25 de octubre de 2018, de 9.00 a 13.00, en el Instituto Universitario River Plate.
Como representante del ámbito de la nutrición y el académico, una de las disertantes será la Lic. en Nutrición Raquel Paredes, quien señala que una adecuada alimentación es fundamental para el deportista, debido a que es uno de los factores que afectan directamente su desempeño. No solo es importante lo que se ingiere durante el entrenamiento o antes de la competencia, así como el aspecto de la hidratación, también debe tenerse en cuenta el timing, es decir, el momento del día donde se realiza el consumo, algo que también cobra mucha importancia.
Por otro lado, la Lic. Paredes establece que no hay diferenciales notorios entre la alimentación de mujeres y hombres que compiten en alto rendimiento. La alimentación depende principalmente de la composición corporal y del momento del deportista, así como del deporte en cuestión, ya que "no es lo mismo una pretemporada que una temporada o la competencia".
Consultada sobre si un deporte con las características del fútbol debe tener en cuenta algo en particular dentro de la dieta con relación a otros con exigencias distintas, señala que, como en todos los deportes, la alimentación adecuada es vital: siempre está destinada a mejorar la performance y el rendimiento. Así, debe realizarse una adecuada ingesta precompetencia, aprovechar el entretiempo para reforzar los depósitos de glucógeno y, por último, en la poscompetencia, volver a ingerir comidas que sean fuentes de hidratos de carbono y de proteínas para la correcta recuperación. Todo esto sin dejar de lado la hidratación, tanto con agua como con bebida isotónica, durante la competencia.
Sin lugar a dudas, la alimentación es uno de los pilares fundamentales de un deportista, por lo que debe estar guiada por profesionales en función de las necesidades particulares y de las exigencias del deporte que se practica.