El martes 7 y el miercoles 8 de agosto de 2018, tuvo espacio el curso intensivo Norma ISO/IEC 17025, del PCyT FAUBA, dictado por la ingeniera en Quimica Ana Orsini y la licenciada en Administracion Agropecuaria Paula Troya.
El curso fue presenciado por 15 profesionales de perfiles muy distintos —desde licenciados en Administración y Ciencias Políticas hasta ingenieros en Electrónica y Química—, pero que pertenecen al área de calidad o a la de laboratorio, propiamente dicho, más allá del rubro de la empresa. Así, las razones para tomar el curso fueron variadas, como la necesidad de capacitación continua, la búsqueda de acreditación o la adaptación a los cambios introducidos en la norma.
Debido a que el tema no es propio de las carreras de base de los asistentes al curso, la Ing. Orsini y la Lic. Troya propusieron encuentros participativos con intercambio de preguntas y respuestas, además de prácticas aplicadas a las tareas profesionales de cada uno. A su vez, idearon el temario en función de aquellos con experiencia en la norma o sin ella, por lo que la jornada de apertura inició con conceptos básicos sobre normalización.
Uno de los objetivos fue conocer las exigencias de los mercados con relación al servicio de laboratorios de muestreo, ensayo y calibración. Otros, puntualizar sobre los principales cambios de la versión 2017 con respecto a la de 2005 y, a su vez, aprender a interpretarlos una vez reconocidos los requisitos de esta última.
Durante su disertación, la Lic. Paula Troya destacó que esta norma no tiene como principal punto la satisfacción del cliente, sino la validez del resultado o su confiabilidad. También, detalló sobre procesos de elaboración, edición y aplicación de normas; tipos de normas, jerarquías, evaluación de confiabilidad de las normas y actividades certificables. A su vez, hizo hincapié en que “a través de la acreditación, queda establecida la demostración formal de la competencia para llevar a cabo tareas específicas de evaluación de la conformidad” y explicó que, cuando hay cambios de versión de una norma ISO, se establecen períodos de transición que duran 3 años; en ese lapso, conviven ambas versiones.
Consultada sobre las principales características del curso con relación a la formación de los profesionales, la Ing. Orsini señaló que cualquier laboratorio, ya sea que realice ensayos microbiológicos, físico-químicos, organolépticos o de calibración, más allá del sector industrial, puede acreditarse. También, que lo más difícil de incorporar acerca de los conocimientos con relación a la norma es, en el caso de laboratorios que nunca trabajaron bajo un sistema de gestión con la
mencionada norma, el tema de la capacitación de las personas involucradas, ya que muchas veces altera su rutina laboral.
Con relación a la certificación de la industria alimentaria en la Argentina, la Ing. Orsini opinó que, en los últimos diez años, se avanzó notoriamente con el tema de las certificaciones en algunas industrias del rubro, específicamente en lo que concierne al concepto de inocuidad. Sin embargo, acotó que “falta que se empiecen a abarcar otros aspectos, como la responsabilidad social, que en los últimos 3 o 4 años ha tomado muchísima importancia, algo que también aplica a todos los sectores”. Sobre la norma ISO 17025, aclaró que es acreditable y no certificable, ya que “el concepto de acreditación habla de hacer las cosas de una manera y validar cómo se están haciendo”. En cuestiones de acreditación, hay un solo organismo de acreditación por país, mientras que en las de certificación, quienes las otorgan son empresas privadas u organismos regulatorios que certifican determinadas cuestiones en base “al cumplimento con”, por lo que el reconocimiento que se da de estas son a nivel nacional y no internacional, como sí sucede con las acreditaciones, lo que estandariza el hecho de estar al nivel de laboratorios del exterior. A través de la norma, en su nueva versión 2017 (que no es obligatoria, pero la pueden exigir los clientes a la hora de elegir un proveedor), los laboratorios tienen la posibilidad de ordenarse, estandarizarse, probar distintos métodos y dar veracidad a los resultados obtenidos, además de fortalecerse ante posibles reclamos.
De este modo, el curso permitió a los presentes llevarse los fundamentos más importantes sobre la norma, en su versión actualizada, bajo el dictado de dos profesionales con amplia experiencia